La estética de los caballos, el cuero y la quietud—El origen del lujo HERMÈS Parte 1
La palabra "Hermès" ya no se refiere solo a productos.
Es la máxima expresión de la artesanía, un símbolo del valor del tiempo y el esfuerzo, y una autoridad tranquila en sí misma.
HERMÈS es una de las pocas marcas que ha permanecido en la cima del lujo en cualquier época. Sin embargo, sus raíces no están en la brillante ciudad de la moda, sino en un taller que tiene sus raíces en el mundo del cuero y los caballos.
En la primera parte de este artículo, exploraremos el contexto en el que nació HERMÈS, el origen de su sentido estético y cómo se cultivaron sus códigos icónicos posteriores.
1837, París. El sueño de un arriero nacido en la era de los carruajes.
HERMÈS fue fundada en 1837 por Thierry Hermès en un pequeño taller en el barrio de Madeleine en París.
El objetivo era confeccionar "herramientas de alta calidad para caballerizas (especialmente sillas y arneses)" para la clase alta de la época. En un mundo donde se valoraba más la durabilidad y la dignidad que la velocidad, la artesanía de HERMÈS rápidamente ganó reputación.
De esta época nació la estética única de HERMÈS: **"la belleza fiel a su propósito"**. No está hecho para adornar, sino para usar, y eso lo hace hermoso en sí mismo — esta filosofía de la belleza funcional sigue presente en todos sus productos.
Raíces en "caballo", espíritu en "silencio" — lujo que rechaza la ostentación
Mientras otras casas de moda expanden sus líneas a perfumes y ropa según la época, HERMÈS permaneció como artesano de arneses hasta finales del siglo XIX.
El primer bolso de mano apareció en realidad en el siglo XX, y además, era un artículo práctico basado en el bolso de montar.
Esta actitud obstinadamente "no fashion" posicionó a HERMÈS como "el lujo más confiable". Es belleza que no sigue modas, que no hace publicidad llamativa, que no habla en voz alta — es decir, **"el lujo del silencio"**.
"Hermès no sigue las tendencias. Son las tendencias las que aprenden de Hermès."
— Archivo Vogue París, 1989
Las semillas de lo icónico — la costura de silla, el motivo de caballo, la caja naranja
El ADN de HERMÈS, formado en sus primeros tiempos, sigue vivo en todos sus productos.
Por ejemplo, la costura a mano de sella. Esta técnica, que soporta la durabilidad del arnés, se usa también en el Kelly y el Birkin.
Además, todos los símbolos que tienen su origen en la equitación, como el logotipo con la silueta de una carroza, los botones de carruaje, el cuero de brida y los pañuelos con patrón de herradura, son signos con raíces en la equitación.
Y la caja naranja, introducida durante la Segunda Guerra Mundial debido a la escasez de cuero, que inicialmente simbolizaba la adversidad, se elevó a un símbolo de identidad de la marca.
HERMÈS es una marca para "quienes encuentran belleza en la funcionalidad".
HERMÈS no es una marca de moda. Es en sí misma una cultura basada en una "actitud artesanal".
No es para mostrar lujo, sino para elegirlo para uno mismo, y cultivarlo junto con su propio tiempo.
Su espíritu no ha cambiado en casi 200 años desde su fundación.
Tanto los bolsos, las carteras como los pañuelos, bajo el nombre de HERMÈS, existen como una "extensión del taller de arneses".
Hacia el siguiente capítulo — Kelly, Birkin, Constance. La filosofía que cuentan los bolsos
En la Parte 2, se abordarán los tres bolsos que representan a HERMÈS: el Kelly, el Birkin y el Constance.
Eso no son simplemente "bolsos", sino que se han interpretado como símbolos de cultura, feminidad y tiempo.