Planos del abrigo
Desglose suave de los estilos Chester, Raglán y de doble botonadura desde la “estructura”
Introducción
El abrigo es una de las prendas más “arquitectónicas” en el guardarropa. El peso de la tela, el ángulo de los hombros, la forma del cuello, la posición de los botones — la impresión visual cambia silenciosamente con estas pequeñas diferencias en el diseño.
Aquí, organizaremos los tres estilos: Chester, Raglán y de doble botonadura, tomando como referencia su origen y la estética de las marcas. Minimizaré los términos técnicos difíciles y también incluiré consejos útiles para elegir y usar.
Abrigo Chester — Elegancia en líneas rectas
Su origen se remonta a la moda masculina británica del siglo XIX. Se desarrolló como una prenda formal para clubes y eventos nocturnos, con un cuello de muesca (con muescas), cierre delgado y silueta recta. Los hombros son ligeramente estructurados, la línea del gollete (punto de unión entre el cuello y la solapa) suele ser media o algo elevada, y una línea vertical desde el pecho hasta el dobladillo ayuda a alargar visualmente la figura, haciendo que la estatura parezca más alta.
Marcas como Giorgio Armani y Burberry han perfeccionado este estilo en la actualidad. Armani reduce el grosor del forro para crear una presencia “digna en ligereza”, con hombros suaves y un movimiento sutil del tejido que parece ondular con cada paso. Burberry mantiene la estructura clásica del sastre, añadiendo funcionalidad con tejidos como gabardina y cachemira, adaptándose a la vida urbana. Para un estilo más minimalista, marcas como The Row y Jil Sander ofrecen una estética limpia y refinada.
Para escoger, la punta del hombro debe ajustarse perfectamente a la estructura ósea, y el ancho de la solapa debe ser “ligeramente estrecho a moderado” en relación con el ancho de la cara. La posición del primer botón, si está cerca del esternón (zona del plexo solar), puede hacer que las piernas parezcan más largas. Los colores negro, carbón y azul marino son versátiles, pero en otoño e invierno, el marrón oscuro también es una opción elegante por sus sombras.
Abrigo Raglán — Movilidad con espacio en el diseño
Las mangas raglán tienen una estructura en la que la costura del hombro no se sitúa en la parte superior del hombro, sino que corre diagonal desde el cuello. Se desarrollaron a partir de la funcionalidad militar, y resultaron en una prenda que envuelve suavemente el cuerpo con curvas fluidas. Tradicionalmente, combinan bien con el estilo balmacáne (cuello de color sólido), y son confiables como prendas resistentes a la lluvia y al viento.
En el contexto de marcas, el Hermès de cachemira en raglán destaca por la suavidad en la caída del tejido, sin costuras visibles. Lemaire diseña mangas redondeadas y brazos amplios, creando un espacio respirable. Maison Margiela incorpora conceptos de deconstrucción y reconstrucción en el raglán, difuminando la frontera entre la ropa y el cuerpo. La tradición británica de impermeables como Mackintosh y Aquascutum sigue vigente, con un enfoque de superponer estilos clásicos sobre tejidos resistentes al agua.
Al escoger, la inclinación del hombro (caída) y el espacio en la sisa son clave. Un hombro demasiado caído puede parecer descuidado, por lo que lo ideal es que desde la nuca hasta el hombro haya una suave pendiente. Elegir una longitud ligeramente más larga ayuda a resaltar la curva del raglán y a que los movimientos al caminar se vean elegantes.
Doble botonadura — Equilibrio entre autoridad y acogimiento
El estilo de doble botonadura, con doble fila de botones, proviene de los abrigos de la marina y los uniformes militares. La superposición profunda proporciona mayor protección contra el frío y crea una presencia visual fuerte en el pecho. La solapa suele ser de pico (puntiaguda), y el ángulo del escote en V se eleva de forma aguda. Los botones suelen estar en una configuración 6x2, aunque también se ven versiones modernas como 4x2 o 6x1.
Marcas como Saint Laurent, Balenciaga y Dior (especialmente en la línea masculina de Kim Jones) han reinterpretado esta estructura en clave de moda. Saint Laurent mantiene los hombros erguidos y ajusta la prenda en la cintura, usando doble en negro para crear una “tensión tranquila”. Balenciaga, en cambio, exagera el volumen y transforma esa sensación de protección en un elemento dramático.
Al escoger, es importante verificar que el peso visual no quede demasiado alto. Si el primer botón está demasiado alto, puede parecer que los hombros están tensos. La tendencia actual es que el botón superior quede en la línea del centro del pecho o un poco más abajo. No abroches todos los botones; solo el superior o abrocha el interior y uno superior para que el drapeado de la tela fluya de forma natural.
Solapas, líneas de los hombros y tejidos que cambian la expresión
Incluso en el mismo estilo, solo unos milímetros de diferencia en el ancho de la solapa cambian la impresión general. Si tienes la cara pequeña, opta por solapas estrechas; si tu estructura ósea es robusta, unas solapas algo más anchas te quedarán bien. La línea de los hombros puede ser “ropeada” (levantada) para un estilo clásico, o más natural para un aspecto ligero. Los tejidos para Chester suelen ser lana peinada o cachemira, para Raglán, gabardina o Beaver, y para doble botonadura, melton o espiga. Todos en tonos oscuros y profundos como negro, carbón, azul marino o marrón oscuro resaltan la belleza del diseño.
Consejos pequeños para el estilo
Para el Chester, usarlo sobre un conjunto del mismo tono crea líneas verticales ordenadas y elegante. Para los pies, opta por mocasines o botas con punta ligeramente larga para mantener la continuidad visual. Para Raglán, añadir un cuello alto o bufanda alrededor del cuello suaviza la silueta, y las bolsas con formas suaves combinan bien. Para doble botonadura, dado su volumen, usa prendas internas ligeras como un suéter fino o camisa, y déjalo semiabierto para que el drapeado del tejido y las sombras al moverse sean más interesantes.
Disfrutar del origen de las prendas
El Chester tiene raíces en la cultura de la corte, el Raglán en la funcionalidad militar y la doble botonadura en la historia naval. Conocer estos antecedentes y entender que responden a “necesidades cotidianas” puede cambiar la forma en que eliges tu abrigo. Es una prenda que conecta la historia con la vida diaria y que, en silencio, respalda la postura de quien la lleva.
Para terminar (una cucharada de la filosofía MOOD)
En MOOD, consideramos el abrigo como la “estructura” del atuendo. Respetamos la individualidad de cada estilo, creando una presencia tranquila con la textura del material y líneas largas. Usamos el Chester para definir líneas rectas, el Raglán para añadir espacio, y la doble botonadura para bajar ligeramente el centro de gravedad — todo en sintonía con el estado de ánimo y la temperatura del día, confiando en la belleza del diseño más que en adornos excesivos.
Nos gustaría cultivar una elegancia que llegue sin necesidad de alzar la voz, con atención y cuidado.